
12.Aquellos que practican el Arte de la Paz deben proteger el dominio de la Madre Naturaleza, la divina reflexión de la Creación, y mantenerla fresca y amorosa. El Arte de la Guerra hace nacer la belleza natural. Las técnicas sutiles del Guerrero llegan tan naturalmente como la apariencia de la primavera, el verano, el otoño y el invierno. El Arte del Guerrero no es otro que la vitalidad que sostiene toda la vida.