El mayor acto de despego es
soltar el pasado y las preocupaciones
con el futuro y vivir el momento presente.
Cuando hacemos eso concentramos nuestra
atención y energía y no nos desvitalizamos
con críticas, comparaciones y juicios.
El desapego nos libera de la culpa y del
arrepentimiento , que son un gran desperdicio
de energía. En el momento presente, no
necesitamos poseer o perder nada.
“Mi vida es perfecta aquí y ahora”.