Es una palabra Goda que significa “misterio”, un término que define de una manera totalmente rotunda a la misma religión… misterio, ¿qué va a pasar cuando morimos? ¿de dónde salió la energía primigenia? No podemos responder, porque no estamos preparados, de la misma manera que ahora los monos no pueden resolver ecuaciones de segundo grado, nuestro cerebro no está preparado para resolver este tipo de preguntas, de momento.
A veces lo más sencillo es lo que más se acerca a realidad, los que conocen bien la ciencia, saben que sus leyes son extremadamente sencillas y simples, la complicación se circunscribe exclusivamente al mundo de los humanos, que lo hacemos todo difícil.
Tenemos la llave, tenemos las runas, que fueron inventadas por antepasados nuestros, los godos; dice el Edda que fueron “descubiertas” por Odín, el viejo “godo”, pero no inventadas, porque ya estaban ahí antes que todas las cosas, antes incluso que Odín.
Por tanto nos encontramos ante un verdadero descubrimiento, vivimos un universo dentro de otro universo, eso nos dice nuestra religión, no anclamos todo a este mundo y sí abrimos las expectativas a otras dimensiones; que antes de Odín ya habia materia y energía, no como las religiones monoteístas que se autoconceden una importancia suprema y marcan el inicio y el fin en ellos mismos; nosotros transcendemos a este mundo y a este universo y reclamamos la inmortalidad, porque siempre hemos estado ahí fuera.
Y como recuerdo de todo esto Odín nos legó su más sagrado descubrimiento: las RUNAS, son elementos de Poder, no las trates con superficialidad, son a veces incluso peligrosas, de la misma manera que la electricidad se conduce a traves de los cables, hay un tipo de enegía que solo se transmite por las runas, es material conductor, nos conecta con nuestra matriz, la madre naturaleza, de ahí nos proyecta contra el espacio infinito como un grito en el vacío…
