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martes, 7 de septiembre de 2010

disfrutando los momentos




Cuando nos preocupamos de cada matiz de nuestro mundo natural, finalmente entendemos la imagen: que se nos da solo un momento de vida aqui en la Tierra, y que debemos pararnos ante esa realidad tanto humildes como elevados, sujetos a cada ley de nuestro universo y agradecidos por nuestra breve pero instrinsica participación.

sábado, 21 de agosto de 2010

cuando te pierdes



Cuando te pierdes en un bosque, a veces tardas un rato en darte cuenta de que te has perdido. Te puedes tirar un buen tiempo intentando convencerte de que te has alejado un poco del camino, pero que lo vas a encontrar de aquí a nada. Entonces cae la noche sin parar, y sigues sin tener idea de dónde estás y ha llegado el momento de admitir que te has apartado atolondradamente del camino, tanto que ya no sabes siquiera por donde sale el sol.

martes, 30 de marzo de 2010

quiero estar con dios siempre



Quiero sentir a Dios de una manera más prolongada- le dije -. A veces me parece entender el aspecto divino de este mundo, pero esa sensación nunca me dura, porque me acaban distrayendo mis mezquinos deseos y temores. Quiero estar con Dios siempre. Pero no quiero ser un monje ni renunciar a los placeres terrenos. Creo que lo quiero hacer es aprender a vivir en este mundo y disfrutar de sus placeres, pero también querría entregarme a Dios.
Ketut me dijo que podía responder a mi pregunta con una imagen. Me enseñó un dibujo que había hecho una vez mientras meditaba. Era una silueta humana andrógina, ergida, con las manos unidas como si estuviera rezando. Pero la figura tenía cuatro piernas y no tenía cabeza. Donde debería haber estado la cabeza había una especie de maraña de helechos y flores. Y a la altura del pecho había un bosquejo de un rostro sonriente.
Para hallar el equilibrio que buscas - dijo Ketut - te tienes que convertir en esto. Debes tener los pies tan firmemente plantados en la tierra que parezca que tienes cuatro piernas en lugar de dos. De modo que podrás estar en el mundo. Pero debes dejar de mirar el mundo con la mente. Tienes que mirarlo con el corazón.
Así llegarás a conocer a Dios.