martes, 30 de marzo de 2010
quiero estar con dios siempre
Quiero sentir a Dios de una manera más prolongada- le dije -. A veces me parece entender el aspecto divino de este mundo, pero esa sensación nunca me dura, porque me acaban distrayendo mis mezquinos deseos y temores. Quiero estar con Dios siempre. Pero no quiero ser un monje ni renunciar a los placeres terrenos. Creo que lo quiero hacer es aprender a vivir en este mundo y disfrutar de sus placeres, pero también querría entregarme a Dios.
Ketut me dijo que podía responder a mi pregunta con una imagen. Me enseñó un dibujo que había hecho una vez mientras meditaba. Era una silueta humana andrógina, ergida, con las manos unidas como si estuviera rezando. Pero la figura tenía cuatro piernas y no tenía cabeza. Donde debería haber estado la cabeza había una especie de maraña de helechos y flores. Y a la altura del pecho había un bosquejo de un rostro sonriente.
Para hallar el equilibrio que buscas - dijo Ketut - te tienes que convertir en esto. Debes tener los pies tan firmemente plantados en la tierra que parezca que tienes cuatro piernas en lugar de dos. De modo que podrás estar en el mundo. Pero debes dejar de mirar el mundo con la mente. Tienes que mirarlo con el corazón.
Así llegarás a conocer a Dios.