domingo, 8 de agosto de 2010

nadie permite a nadie que permanezca consigo mismo




Somos tan violentos que nadie permite a nadie que permanezca consigo mismo. Todo el mundo anda en busca del otro, todo el mundo trata de convertir al otro a su propio modo de ser sin saber que puede estar destruyendo una gran posibilidad. Insiste en ser tú mismo. No hay ninguna arrogancia en ello. Es una sencilla ley el decir, «déjame que sea yo mismo». Pero cuando empiezas a hablar utilizando los términos del otro, antes o después terminarás por ser succionado por ellos. Por eso si eres del tipo emocional di directamente, «No me importan para nada la lógica u otro tipo de argumentaciones». No discutas, no emplees los mismos términos o el mismo lenguaje. Tan sólo di, «Soy irracional. Tengo fe sin tener una sola prueba, pero la fe me funciona y no necesito más.