domingo, 28 de noviembre de 2010

confiesa que tu eres dios




Por lo tanto, deja de fingir. Confiesa que tú eres Dios. Confiesa que tú eres Belleza. Confiesa que tú eres la propia Verdad que los sabios han estado buscando durante siglos. Confiesa que tú eres La Paz que supera toda comprensión. Confiesa que estás tan arrebatadamente feliz que tuviste que manifestar este mundo entero sólo para dar testimonio de la belleza radiante que no podías contener solo en y para ti mismo. Confiesa que el testigo de esta página, el Yo de este y todos los mundos, es el único verdadero Espíritu que mira a través de todos los ojos y oye a través de todos los oídos y se extiende en amor y compasión para abrazar los propios seres que Él mismo creó en una extasiada danza eterna que es el secreto de todos los secretos. Y confiesa que estás Solo, que eres literalmente el Único en todo el universo: no hay otros para este Único.