Cuando ha desaparecido la proyección del yo,
del ego, entonces surge en mí la ola
ininterrumpida del YO verdadero.
Me concede la gracia de la felicidad que penetra
y abraza todo mi saber.
Único y trascendental,
se muere en el gran silencio.
¿cómo expresar con palabras esta felicidad?