Cuando un arquero dispara por nada
tiene toda su habilidad.
Si dispara por una hebilla de bronce
ya está nervioso.
Si dispara por un premio de oro
se vuelve ciego;
o ve dos objetivos,
¡Está fuera de su mente!
Su habilidad no ha cambiado. Pero el premio
le divide; se preocupa.
Piensa más en ganar
que en disparar,
Y la necesidad de ganar
le roba su fuerza.
chuang tzu