Om bhur bhuvaha svaha
Tat savitur varenyam
Bhargo devasya dhimahi
Dhiyo yonah prachodayat
Manu, joven brahman, deseaba conocer plenamente la sabiduría de los Vedas, sin leerlos. Su padre, erudito renombrado, y él, heredaron las facultades necesarias para convertirse en hombres sabios. Pero debido a su pereza, el hijo descartaba la idea de leer los Vedas. Para facilitarse las cosas, comenzó a venerar a Indra, el rey de los cielos. Luego de un tiempo, éste se le apareció y le dijo:
Tu meditación y tus esfuerzos me complacen. Ahora puedes pedirme un deseo.
Manu, ansioso de esa oportunidad, se inclinó ante él y le dijo: Concédeme el favor de conocer todos los Vedas sin que yo los lea.
Indra se rió y le respondió: Lo siento. No puedo otorgarte lo que ambicionas, pues hasta hoy nadie ha llegado a conocar los Vedas a fondo sin antes haberlos leído.
Pero Manu era perseverante y reinició su veneración ofreciendo alimentos sólidos, ayunando y bebiendo sólo agua. Después de un tiempo, Indra se le apareció y le dijo: En verdad, tu veneración me impresiona. Dime lo que puedo hacer por ti .
Este repitió su deseo e Indra expresó otra vez la imposibilidad de cumplírselo y se marchó. Al día siguiente, Manu se dirigió al mar para bañarse y vio a un hombre que arrojaba guijarros al agua. Lo observó por largo rato y sin poder resistirse le preguntó: ¿Por qué echas sin cesar piedras al mar?
El hombre le contestó: Me disgusta y trato de llenarlo con ellos.
Al escucharlo, Manu rió e inquirió: ¿Acaso se puede llenar el mar con piedras?
El hombre replicó: Sí. Si efectivamente existen los que conocen los Vedas sin haberlos leído, yo también puedo colmar el mar con piedras.
Al instante Manu se percató de quién era ese hombre. Se inclinó y le tocó mansamente los pies en señal de sumisión. No era otro que Indra.
Manu le preguntó: ¿Hay un método especial para dominar los Vedas?
E Indra le respondió: Si deseas contar con la sabiduría de los Vedas, canta el Gáyatrí Mantra. El acabará con tu pereza y te alegrará. Siempre te sentirás fresco y entusiasta. También agudizará tu intelecto y así serás otro hombre. Gracias a su asombrosa fuerza dominarás los Vedas.
Luego de darle este consejo, Indra desapareció.