viernes, 21 de agosto de 2009
amor y miedo
En cualquier situación dada, creo que tenemos una opción entre el amor y el miedo.
Tenemos miedo al cambio, miedo de no cambiar, miedo del futuro y miedo de correr riesgos. Tememos a la intimidad y nos aterra estar solos.
Nos asusta dejar que la gente sepa lo que necesitamos y quiénes somos, y nos da miedo desprendernos del pasado.
En el otro extremo del espectro tenemos el amor.
El amor es el milagro en cuya busca andamos todos.
Amarnos a nosotros mismos opera milagros en nuestra vida.
No estoy hablando de vanidad ni de arrogancia, porque eso no es amor: es miedo.
Hablo de tener un gran respeto por nosotros mismos y de estar agradecidos por el milagro de nuestro cuerpo y de nuestra mente.
Cuando estés asustado, recuérdate a ti mismo que en ese momento no estás amándote ni confiando en ti.
Sentir que uno «no sirve» interfiere en el proceso de toma de decisiones.
¿Cómo puede uno tomar una buena decisión cuando no está seguro de sí mismo?
Susan Jeffers, en su maravilloso libro Feel the fear and do it anyway (Siente miedo, pero de todos modos hazlo), dice: «Si todo el mundo siente miedo cuando se aproxima a algo totalmente nuevo en su vida, y sin embargo hay tantos que andan por ahí "haciéndolo" a pesar del miedo, entonces debemos llegar a la conclusión de que el problema no es el miedo.»
Y sigue diciendo que el verdadero problema es la forma en que abordamos el miedo.
Podemos abordarlo desde una posición de poder o de desvalimiento.
El hecho de que tengamos miedo ya no viene al caso.
Vemos lo que creemos que es el problema, y después descubrimos lo que es el verdadero problema. El verdadero problema es sentir que uno «no sirve», y no amarse a sí mismo.
Todos somos siempre perfectos, siempre hermosos y eternamente cambiantes.
Estamos haciendo lo mejor que podemos hacer con el entendimiento, los conocimientos y la conciencia de que disponemos.
Y a medida que vamos creciendo y cambiando, «lo mejor» seguirá mejorando más y más.
louise hay