miércoles, 19 de agosto de 2009
entregarse
Cuando te entregas, te conviertes en un valle; cuando eres un ego, eres como una cima.
Ego significa que estás por encima de todos los demás, que eres alguien.
Puede que los otros te reconozcan, puede que no te reconozcan; ésa es otra cuestión.
Tú reconoces que estás por encima de todos. Eres como una cima; nada puede entrar en ti.
Cuando uno se entrega, uno se vuelve como un valle. Uno se vuelve profundidad, no altura. Entonces toda la existencia comienza a entrar a raudales en él por todas partes. Él es simplemente un espacio vacío, una profundidad, un abismo, sin fondo. La existencia entera empieza a entrar por todas partes. Se puede decir que Dios corre a él desde todas las partes, entra en él por todos los poros, lo llena totalmente. Esta entrega, este volverse un valle, un abismo, se puede sentir de muchas maneras. Hay entregas menores; hay grandes entregas. Incluso en las entregas menores, lo notas. Entregarse a un maestro es una entrega menor, pero comienzas a notarla, porque el maestro empieza a fluir en ti inmediatamente. Si te entregas a un maestro, de pronto notas su energía fluyendo dentro de ti. Si no notas la energía fluyendo dentro de ti, entonces ten muy claro que no te has entregado ni siquiera de una forma menor.
Hay tantas historias que han perdido el sentido para nosotros porque no sabemos cómo sucedieron. Mahakashyapa llegó a Buda, y Buda simplemente le tocó la cabeza con la mano, y sucedió. Y Mahakashyapa comenzó a bailar. Así que Ananda preguntó a Buda: « ¿Qué le ha sucedido? ¡Y yo he estado cuarenta años contigo! ¿Está loco? ¿O simplemente está engañando a los demás? ¿Qué le ha sucedido? Y yo he tocado tus pies miles y miles de veces.»
Por supuesto, a Ananda le parecerá que este Mahakashyapa, o está loco, o está engañado. Ananda había estado con Buda durante cuarenta años, pero había un problema.
Era su hermano mayor, el hermano mayor de Buda; ése era el problema. Cuando Ananda llegó a Buda cuarenta años antes, lo primero que le dijo a Buda fue esto: «Soy tu hermano mayor, y cuando me inicies, seré tu discípulo. Así que concédeme tres cosas antes de que me haga tu discípulo, porque entonces no podré pedir.
Una, que siempre estaré contigo. Prométeme que nunca me dirás: "Vete a otra parte." Te seguiré.
Segundo, que siempre dormiré en la misma habitación en la que tú duermas. No puedes decirme: "Sal" Estaré contigo como una sombra.
Y tercero, que si traigo a alguien en cualquier momento, incluso a medianoche, tendrás que responderle. No puedes decir: "Éste no es el momento." y prométeme estas tres cosas mientras soy todavía tu hermano mayor, porque una vez que me haga tu discípulo tendré que seguirte. Todavía eres más joven que yo; así que prométeme estas cosas.»
Así que Buda prometió, y esto se convirtió en problema. Durante cuarenta años, Ananda estuvo con Buda, pero nunca se pudo entregar, porque ésta no es la naturaleza de la entrega. Ananda preguntó muchísimas veces: « ¿Cuándo voy a llegar?» Buda dijo: «A no ser que yo muera, no llegarás.»Y Ananda pudo llegar sólo cuando Buda murió. ¿Qué le sucedió a este Mahakashyapa de repente? ¿Tiene Buda predilección, predilección por Mahakashyapa? ¡No! Está fluyendo, fluyendo continuamente.
Pero tú tienes que ser como un valle, un útero, para recibirlo. Si estás por encima de él, ¿cómo vas a recibir? Esa energía que fluye no puede llegar a ti; te pasará de largo.
Así que doblégate.
Incluso en una entrega menor con un maestro, la energía comienza a fluir.
De repente, inmediatamente, te vuelves un vehículo de una gran fuerza.
el libro de los secretos, osho