
Cuando estaba Yggr (Odin) intentando adquirir sabiduría suprema, se quedó ciego. Entonces decidió sacrificarse, colgándose del fresno sagrado. Las ramas de este árbol, cubrían el cielo de todo el mundo y sus tres raíces se sumergían en la tierra, una en el Universo de los Dioses, otra en el mundo de los gigantes de hielo que habín llegado a la tierra antes de la creación del hombre y la otra en el mundo de los muertos. Nueve días pasó colgado sin comer ni beber, entonces recibió las runas, el lenguaje secreto del mundo, a partir de ese momento recobra la vista, viendo las cosas de otra manera.
Había adquirido la clarividencia.