martes, 17 de mayo de 2011
no eres más que una hoja de otoño flotando en la corriente
En realidad tú caminas sobre las aguas, no debido a tu fortaleza espiritual, sino porque te has convertido en algo más ligero que el agua misma. No eres más que una hoja de otoño flotando en la corriente. Este cuerpo a través del cual ibas a manifestar la visión no es más que un montón de polvo ahora, un saco vacío. El cuerpo ya no está canalizando la visión, sólo está lleno de ella. Cuando destruyes la estructura, la esencia se desperdicia. No puedes poner vino en un odre viejo. No puedes verter vino en aquellos que aún están demasiado asustados para hacer de sí mismos visiones andantes.