domingo, 2 de octubre de 2011

karma




De forma común con muchas culturas a lo largo de la historia, la mayoría de indios en tiempos del Buda creyeron en un ciclo imparable de reencarnación. Es decir, no creían que la muerte fuera el final de la vida de una persona en la tierra. Aunque un tanto circunstancial, de hecho existe cierta evidencia de casos particulares que tienden a corroborar esta creencia. Pero, de forma, provisional, aceptando la realidad de la reencarnación, vemos que a causa de que muchos "asuntos pendientes" permanecen en un sujeto a la hora de su muerte, esa persona necesita renacer para continuar lo que no había acabado. Esto por sí solo, no sería ningún problema, excepto por el hecho de que para la mayor parte de la humanidad a lo largo de la historia incluso una sola vida está marcada por la infelicidad, el sufrimiento y la frustración y mucho menos un ciclo de vidas sin fin.
Fue este ciclo que el propio Buda rompió y quiso ayudar a otros a romperlo. Cuando se iluminó, vio que el poder detrás de este ciclo era el karma. En las formas de hablar populares de occidente, el karma a menudo suele significar "destino", a veces con alusiones al castigo, pero éste no es su verdadero significado en el budismo. Así pues, ¿qué es el karma? De forma simple, es el poder causal o de motivación que hay detrás de cualquier acción y los resultados de esa acción. Si la motivación de una acción es negativa, entonces el resultado también será negativo, y viceversa para las motivaciones positivas. Aunque el proceso actual es complejo, el principio básico es uno de causalidad, cualquier acción motivada o intencionada, si es realizada por el cuerpo, el habla o la mente, tiene un resultado.