miércoles, 28 de octubre de 2009
un guerrero no se queja
Un Guerrero entiende que él mismo es artífice de su vida y de todo cuanto le sucede. De una u otra manera lo ha elegido, ahora o antes.
Por ello, un Guerrero acepta cuanto le ocurre. Eso no significa, claro está, que se entrega de brazos caídos ante la adversidad. Quiere decir que es capaz de enfrentarse nariz a nariz con la realidad que le corresponde, sin buscar escapismos de tipo alguno. Y entrará en batalla con cuerpo y corazón cuantas veces sea necesario. Y como Guerrero impecable que es, jamás se lamentará. Porque un Guerrero es siempre digno, sufre en silencio y ama en el susurro de la oración.
Simplemente actúa.
Como debe ser.
lucas estrella schultz