jueves, 27 de enero de 2011
mira, mami: me iluminé
¿Qué es lo que se hace para alcanzar la iluminación?
¿Cuáles son los indicios que demuestran que lo estás logrando?
¿De qué modo cambia tu vida a medida que te vas iluminando? No hay nada que tengas que hacer primero para lograr la iluminación. Ya se encuentran todas las experiencias potenciales en tu interior.
Puedes abrirte a ellas en cualquier momento, en forma instantánea, sólo estando allí. Pero no hay apuro.
La expansión total se encuentra siempre allí, más allá del tiempo, adentro y alrededor tuyo.
Sólo necesitas abrir tu percepción al ritmo que te resulte seguro y confortable. Si el LSD es demasiado rápido para ti, anda más lento. Este es tu hogar. Todos pertenecemos al universo. Nada se interpone en nuestro camino, pero la mayoría de nosotros tendemos a abrirnos en forma gradual, por etapas.
Tendemos a ascender en ciclos de emoción: después de cada estallido eufórico de comprensión, podemos tropezar con un tipo nuevo y diferente de negatividad, que es lo que ahora debemos aprender a amar.
Pero mientras más te elevas, más fácil resulta seguir. La experiencia de conciencia total, de ser espacio, no significa el estar consciente en ese momento de cada detalle del universo, de toda posible relación entre entidades limitadas y apartadas.
Ser espacio es una disposición a estar totalmente consciente de todo lo concebible.
Significa que no presentamos resistencia, que no negamos ningún concepto o relación. Así, por tanto, para lograr la iluminación no necesitamos reunir ningún conjunto específico de ideas o experiencias, virtudes o sufrimientos.
Todo lo que existe puede ser experimentado con una conciencia totalmente expandida. Independientemente de la forma en que hayas limitado tu percepción, tu darte cuenta, eres un ser libre que se autodetermina. " Ningún otro ser vivo, ni agrupación de seres vivos, puede controlar tu nivel de vibración. De modo que no hay nada en el universo - especialmente en su aspecto físico - que pueda oponerse a tu libre arbitrio.
Eso significa que el mundo físico no tiene absolutamente ningún poder sobre ti; no te tienta, no te pervierte, no te corrompe, no se interpone en el camino de tu iluminación, no te hace absolutamente nada. Tú eres el único causante de tu nivel de existencia.
Tu condición interna nunca se halla programada.
La experiencia de ser forzado o controlado, en contra de tu voluntad, puede presentarse sólo cuando te densificas, cuando contraes tu capacidad de darte cuenta.