jueves, 25 de febrero de 2010
cuando el amor se acerca
Cuando el amor se acerca, los seres y las cosas se abren como las flores.
Amar verdaderamente, es ser capaz de hacer entrar en vuestro amor por un ser, el amor por el universo entero, para todas las criaturas, desde las piedras hasta las estrellas.
El amor desinteresado no espera nada de los demás, no se inquieta, no se pega a los demás, no les perturba. Es una fuente que emana, que da sin cesar sin preocuparse de saber quién vendrá a beber de su agua.
El amor es una cualidad de la vida divina. Por ello, no encontraréis el amor si no lográis derramar esta vida en vosotros, una vida purificada, iluminada por la práctica de las virtudes.
El verdadero mago, el mago todopoderoso, es el amor. Debéis invitarlo para que se instale en vosotros, y entonces, como la llama resplandeciente a través del vidrio de una lámpara, allí donde iréis, vuestro amor resplandecerá alrededor vuestro.
Amar a un ser, es querer desarrollar aquello que se posee de más luminoso en sí mismo para podérselo dar y llevarlo así a progresar en el camino de la luz.
No impidáis nunca a vuestro corazón de amar. Si teméis que se abuse de vuestro amor, guardarlo interiormente y que haga su camino sin mostrarse. Pero no lo matéis, sino sois vosotros quienes moriréis.
Aquellos que trabajan para hacer de su amor un intercambio sobre el plano del alma y del espíritu saborean cada día una nueva felicidad, puesto que no es un cuerpo, una envoltura que aman, sino su contenido, el principio espiritual salido de la fuente única e inagotable.
Para ser feliz y aportar la dicha a los demás, hay que llenar el corazón de amor. Llamad, pues, al amor con todas vuestras fuerzas, y no sólo seréis felices sino que la felicidad que daréis a los demás os volverá amplificada.
La alegría, la inspiración en nosotros, son comparables a la floración del árbol, y como la floración del árbol se manifiestan cuando se reúnen las condiciones, en primavera. Depende, pues, de nosotros, el crear en nuestra alma las condiciones de la primavera. Y cómo? Por el amor. Es el amor el que crea la primavera en el hombre.
El amor viene del cielo y regresa a él. No existen dos, tres o cuatro amores, siempre es el mismo amor, pero comprendido o vivido a niveles diferentes.
De dónde vendría el amor humano si no fuera Dios mismo su fuente?
omraam mikhaël aïvanhov