sábado, 5 de junio de 2010

mi voluntad




Dios, ¿es así como va a ser?

Sí.

Así lo pensé.

Excepto que en este libro yo expondré algunos temas por Mí Mismo, sin que me preguntes. No hice mucho de eso en el primer libro, como bien lo sabes.

Sí. ¿Por qué añades ese giro aquí?

Porque este libro se escribe a solicitud Mía. Yo te pedí que vinieras - como lo has señalado -. El primer libro fue un proyecto que empezaste por ti mismo.
Para el primer libro elaboraste una agenda. Para este libro no la hay, excepto cumplir con Mi Voluntad.

Sí, es lo correcto.

Ésa, Neale, es una muy buena posición. Espero que tú - y otros - la adoptarán con frecuencia.

Pero yo pensaba que Tu Voluntad era mi voluntad. ¿Cómo puedo no cumplir con Tu Voluntad si es la misma que la mía?

Ésa es una pregunta compleja - y no es un mal punto para empezar; un punto de despegue sin ninguna falla para que empecemos este diálogo.
Retrocedamos unos cuantos pasos. Yo nunca dije que Mi Voluntad era tu voluntad.

¡Sí lo hiciste! En el libro anterior dijiste muy claramente: "Tu voluntad es Mi Voluntad".

En efecto, pero no es lo mismo.

¿No lo es? ¿Acaso me engañaste?

Cuando Yo digo "Tu voluntad es Mi Voluntad", no es lo mismo que decir "Mi Voluntad es tu voluntad".
Si cumplieras con Mi Voluntad todo el tiempo, no tendrías que hacer nada más para alcanzar la Iluminación. El proceso habría terminado. Ya estarías ahí.
Un día de no hacer nada excepto Mi Voluntad te llevará a la Iluminación. Si hubieses hecho Mi Voluntad todos los años de tu vida, no necesitarías enfrascarte en este libro ahora.
Por lo tanto, es evidente que no has estado cumpliendo con Mi Voluntad. De hecho, la mayor parte del tiempo ni siquiera conoces Mi Voluntad.

¿No la conozco?

No, no la conoces.

Entonces, ¿por qué no me dices cuál es?

Lo hago. Pero tú no me escuchas. Y cuando escuchas, no oyes realmente. Y cuando oyes, no crees lo que estás oyendo. Y cuando crees lo que estás oyendo, no sigues las instrucciones de todas formas.
Así que decir que Mi Voluntad es tu voluntad es obviamente inexacto.
Por otra parte, tu voluntad es Mi Voluntad. Primero, por que la conozco. Segundo, por que la acepto. Tercero, porque la alabo. Cuarto, porque la amo. Quinto, porque Yo la poseo y la llamo Mía Propia.
Esto significa que estas en libertad de hacer lo que desees y que Yo haré Mía tu voluntad, por medio de un amor incondicional.
Ahora bien, para que Mi Voluntad fuera la tuya, tendrías que hacer lo mismo.
Primero, tendrías que conocerla. Segundo, tendrías que aceptarla. Tercero, tendrías que alabarla. Cuarto, tendrías que amarla. Finalmente, tendrías que referirte a ella como la tuya propia.
En toda la historia de tu raza, sólo unos cuantos hicieron esto consistentemente. Un puñado lo hizo casi siempre. Otros lo intentan mucho. Una buena parte de personas lo hacen de vez en cuando. Y, prácticamente, todo el mundo lo hace en raras ocasiones, si bien algunos nunca lo han hecho.

¿En que categoría me ubico?

¿Acaso importa? ¿En que categoría quieres estar a partir de ahora? ¿No es ésa una pregunta pertinente?

Sí.

¿Y tu respuesta?

Me gustaría estar en la primera categoría. Me gustaría conocer y cumplir Tu Voluntad todo el tiempo.

Eso es loable, encomiable y probablemente imposible.

¿Por qué?

Es mucho lo que aún tienes que madurar antes de que puedas pretender eso. Sin embargo, yo te digo: podrías proponértelo, podrías moverte hacia la Divinidad en este mismo instante si así lo eligieras. Tu madurez no requiere mucho tiempo.

Entonces, ¿por qué ha tomado tanto tiempo?

Es verdad. ¿Por qué ha sido así? ¿Qué estás esperando? ¿Acaso crees qué Yo te estoy reteniendo?

No. Creo con certeza que yo me estoy reteniendo a mí mismo.

Bien. La claridad es el primer paso hacia la maestría.

Me gustaría obtener la maestría. ¿Cómo puedo hacerlo?

Sigue leyendo este libro. Ahí es exactamente a dónde te estoy llevando.